Por segundo año consecutivo, cientos de Catrinas tomaron las calles de Hermosillo y marcharon desde la Plaza Zaragoza hasta la Feria de Libro, ubicada en Galerías Mall, punto donde el evento culminó con múltiples representaciones artísticas.
Por segundo año consecutivo, cientos de Catrinas tomaron las calles de Hermosillo y marcharon desde la Plaza Zaragoza hasta la Feria de Libro, ubicada en Galerías Mall, punto donde el evento culminó con múltiples representaciones artísticas.
Sin distinción de género o edad, los hermosillenses se disfrutaron como Catrinas o Catrines, desde los maquillajes más sencillos hasta caracterizaciones completas que incluían actitudes solemnes en su comportamiento.
Este evento organizado por el Instituto Municipal de Cultura, Arte y Turismo (Imcatur) en coordinación con Paseos Hermosillo y el Turibús, contó también con el apoyo de la Universidad de Sonora, Instituto Sonorense de Cultura y Comisión de Fomento al Turismo del Estado de Sonora, así como asociaciones de danza, músicos, actores y malabaristas.
Óscar Mayoral Peña, director general de Imcatur y Alma Angelina Gutiérrez, de Paseos Hermosillo, fueron los encargados de dar el sombrillazo de salida e iniciar la marcha hacia su destino final.
Bajo el respaldo de seguridad de elementos de Tránsito, la procesión fue encabezada por cuatro catrines que sostenían y trasladaban un ataúd simbólico que representaba a José Guadalupe Posada, padre de La Catrina; detrás de ellos, La Catrina, quien invitaba a los espectadores a sumarse a la marcha, informaba de quién era el ataúd y posaba para las fotografías con los curiosos.
El contingente continuó con Mayoral Peña acompañado por una pequeña Catrina y un niño mitad Catrín, mitad calavera.
Al finalizar en la Feria del Libro, los espectáculos artísticos iniciaron con bailes y actuaciones de alumnos de la Licenciatura en Artes, opciones Danza y Teatro, así como la participación de estudiantes de la escuela de Manuel Ballesteros.
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